viernes, 2 de abril de 2010

Atención al cliente y creatividad

 
Este es un magnífico ejemplo de cómo se puede ser creativo, aunque no por las buenas razones. Es un cliente que acude a un servicio de atención al cliente. Tal vez les suene de alguna situación que les haya tocado vivir :)

En mi caso personal, el Ayuntamiento de mi ciudad, cada año -otra vez esta misma semana-, me viene reclamando el impuesto de circulación de un coche que vendí hace más de diez años y que a todos los efectos, ni siquiera existe ya que lo vendí fuera de España.
A la hora de encontrar un interlocutor para que solucionara de una vez tan kafkaina situación, me he encontrado más o menos con situaciones parecidas a la del cliente del vídeo. Así que al igual que el sufrido sujeto, renuncié a luchar, sugeriendo que embargaran el vehículo para cobrarse la deuda. Imagino que el coche debe estar en una lista negra, con la orden de inmovilizarlo de inmediato en caso de avistamiento. Pues buena suerte a todos los encargados de la operación:)



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