Una frase pronunciada hoy mismo en un acto público ha llamado mi atención: "La corrupción es consustancial a las instituciones".
Pues yo pensaba que la ética era un concepto ligado a las personas físicas y no a las personas morales -léase jurídicas-, aunque pueda estar yo humildemente equivocado. Digo lo de humilde ya que la persona que ha pronunciado estas palabras preside la Comunidad Autónoma donde vivo y posiblemente disponga de más y mejores elementos de juicio que yo para afirmar cosas así.
Aún así, mi capacidad de asombro se ha visto hoy nuevamente y gratamente retada; y es que una clave básica para la creatividad consiste en mantener constantemente viva nuestra capacidad para el asombro y el pasmo.
Pensando pues en la autora de tan espasmódica oración, la metáfora de hoy se apoya en la foto adjunta.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario