He esperado unos días antes de publicar esta entrada, para que no pareciera oportunista a raíz de su triunfo en el Open de EE.UU.
Confieso que la trayectoria de Nadal me parece edificante por varias razones: nos habla de desarrollo personal, nos habla de motivación, de rotura de paradigmas, y al final también nos habla de liderazgo.
Motivación. Recordemos que Nadal proviene de una familia acomodada de la isla de Mallorca, y sin embargo siempre ha luchado como un "muerto de hambre", rompiendo así el esquema del deportista salido de las favelas. ¿ Cuál puede ser la fuente de dicha “hambre” ? (Os dejo pensar sobre el reparto entre factores biológicos y factores culturales).
Rotura de paradigmas. Recordemos que Rafa Nadal es diestro, pero se pensó que “hacerle” zurdo iba a producir grandes resultados. (Yo mismo soy diestro pero decidí desde el principio manejar el ratón con la zurda, lo cual me permite usar ambas manos con el ordenador).
Desarrollo personal. Sin ser yo mismo un especialista en cosas de tenis, entiendo que Rafa Nadal tenía algunas lagunas “técnicas” (al contrario de por ejemplo, alguien más "naturalmente" dotado tipo Roger Federer). Y vemos que ha sido capaz de: identificar esas lagunas –o áreas de mejora-, de aceptarlas, y de empezar a trabajar sobre las mismas, yendo paso a paso, entrenando más y más, hasta conseguir los resultados que –salvo los detractores habituales- vemos hoy en día.
Liderazgo: he aquí la pregunta final: ¿ Qué es lo que hace que Rafael Nadal –aunque tenga sus detractores- sea reconocido como un icono mundial incluso fuera del ámbito tenístico (yo mismo soy incapaz de entender qué demonios es "hacer un break" o "romper el servicio" del oponente).
De paso, podemos también pensar en cuál es el papel desempeñado por su “coach”, en este caso su tío Toni. Lo dejaremos para otra entrada sobre coaching.
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