Si bien Julian Beever no es el inventor del proceso anamórfico, que se remonta a finales de la Edad Media, es el que mejor uso hace de ello, y con las herramientas más sencillas, tizas de colores y cualquier acera que tenga a mano. Son obras efímeras que duran lo que dura un periodo soleado entre dos chaparrones (teniendo en cuenta que Julian es Escocés, más merito aún tiene lo suyo :)
El concepto básico consiste en engañar a la vista pintando según perspectivas anormales. Ejemplo para ilustrar el proceso, la obra "Babyfood", primero vista desde una perspectiva anamórfica y luego vista tal como ha sido dibujada en realidad.
Desde luego, les invito a visitar la obra -extensa- del bueno de Julian; es una magnífica demostración de creatividad -y de talento pictórico de paso-. Confieso que sigo "awestruck" con cualquiera de sus creaciones. Keep up the good doing, mate :)
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Muyy buenooo ya te voi a copiarr!
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