Esta entrada completa una entrada anterior sobre índices de felicidad, y va para Josep J. Vemos primero la sede del parlamento de Vanuatu -me encanta esa imagen- y luego unas fotos de algo muy típico de la zona, el salto con lianas, que hemos adoptado en occidente bajo el nombre de salto con elástico (bungee jumping).
Vanuatu es considerada como la nación "más feliz" del mundo, y aprovecho para plantear una reflexión más amplia -y con carga de profundidad- gracias a una curiosidad sobre Vanuatu: para una población de 200.000 habitantes, tienen más de 100 (cien) lenguas distintas -es un record absoluto de densidad- y sin embargo parecen vivir en perfecta armonía. Así que ya de paso, como de costumbre dejo ahí una pregunta: ¿Los conflictos lingüisticos son fruto de las lenguas en si, o de algunas personas -léase políticos- que utilizan esas diferencias para exacerbar sentimientos atávicos con propósitos oscuros?
Pues eso ...
El PIB no tiene en cuenta la salud de nuestros niños, la calidad de su educación o el gozo que experimentan cuando juegan. No incluye la belleza de nuestra poesía ni la fuerza de nuestros matrimonios, la inteligencia del debate público o la integridad de nuestros funcionarios. No mide nuestro coraje, ni nuestra sabiduría, ni la devoción a nuestro país. Lo mide todo, en suma, salvo lo que hace que la vida merezca la pena...
ResponderEliminarRobert Kennedy en 1968
¡ Hola Visi !
ResponderEliminarDe paso, pensemos en el índice nacional de felicidad, que ha propuesta el Reino de Bhután, para remplazar el PIB.
No es tan descabellado como pudiera parecer :)