Como coach acreditado Procoach en Londres, evolucionado a enfoque CORAOPS, a veces tengo algún debate con compañeros que proceden de una escuela "distinta", y plantean el tema con distintas palabras. En realidad el núcleo central es -o debería- ser el mismo para todos. Empecemos hoy a ver algunos matices susceptibles de debate.
El vídeo de hoy rescata una actuación algo confidencial de una canción de Creedence, no es de las más conocidas pero sigue siendo magnífica: "Long as I can see the light"
Está claro que el coaching es una de las habilidades críticas del liderazgo contemporáneo. Debido a los cambios tan profundos y tan rápidos que se están produciendo, el líder requiere generar y aplicar un aprendizaje que responda a las necesidades del momento. Provocar un aprendizaje que se dé en la misma dinámica del trabajo.
El coaching encaja perfectamente en este nuevo modelo de aprendizaje, pues posibilita al líder aprender, modificar y aplicar un enfoque adecuado en una determinada situación empresarial.
Cuando un líder recibe coaching, o se convierte en coach, le conviene tener en cuenta ciertos aspectos para incrementar su efectividad: enfocarse tanto en el negocio como en el talento humano, generar confianza y credibilidad, conseguir inspirar, buscar la excelencia, desarrollar el coaching como un proceso y no como algo puntual. Siempre hay que pensar en el ROI de un proceso de coaching. Cualquier habilidad tendría el máximo sentido para los directivos si estos pudieran contemplar con claridad la relación existente entre dicha aptitud y los resultados deseados por la organización. En tal situación, las habilidades tienen pleno sentido. Los líderes que hacen coaching:
· Generan más lealtad, lo cual se traduce en una fidelidad más elevada de los coachees.
· Comunican una expectativa de mejora continua, que conduce a mejorar constantemente el desempeño y la productividad.
· Están mejor informados de los problemas y de los asuntos de la organización, porque esas personas se los plantean constantemente.
Crean un clima de trabajo en el cual existe una comunicación abierta, directa y franca y una cultura donde los problemas se afrontan y se resuelven con rapidez. Existe menos protección de territorios particulares y las personas tienden a compartir la información. Un verdadero líder determina los resultados que la organización espera y ayuda a las personas que tiene su cargo a buscar (y conseguir) metas más elevadas. Los verdaderos líderes ayudan a los individuos a desempeñarse mejor de lo que lo harían si dichos líderes no estuviesen allí. Esto tiene sentido, en especial, cuando un directivo percibe un potencial mucho más grande de lo que él mismo pensaba.
Frase del día
802. When you're as great as I am, it's hard to be humble.
Muhammad Ali
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario